lunes, 14 de octubre de 2013

El deseo o la emergencia de lo privado en lo público.






Habla con una pasión arrolladora de las obras de arte y artistas que ha logrado juntar en la muestra que en estos días realiza en El cultural y que estará hasta el 8 de noviembre.
Luisa Fernanda Lindo es la curadora de esta perturbadora manifestación artística de distintos lenguajes visuales de arte contemporáneo, una visita obligatoria para el público en general y para los artistas arequipeños en especial. Aquí una conversa con ella.

¿Qué hace una curadora?

El curador o curadora se encarga de concebir el concepto de la muestra, pensar la idea, convocar a los artistas, decidir si es una muestra individual o colectiva, investigar acerca de la obra de los artistas, además es quien redacta el texto con el cual acompaña la muestra, ese que encontramos cuando entramos a la sala, museo o galería, también hace el diseño de montaje, no solo selecciona a  los artistas, sino también que obra va a ir, y a su vez como distribuirlas en la sala de forma que estas piezas dialoguen entre sí.

Tienes en Arequipa,  en la sala del cultural una muestra: El deseo o la emergencia de lo privado en lo público. Con diferentes artistas iberoamericanos, David Bestue (España), Nuria Güell (España), José Luis Martinat (Perú), Jorge Méndez Blake (México) Camila Ramírez (Chile), David Zink Yi (Perú).

En realidad esto de reunir artistas iberoamericanos era parte de mi deseo también, estuve investigando de acuerdo al concepto que tenía, que artistas y que obras podrían crear potencia, los de México, Chile y España nunca habían expuesto en Perú, no muchas personas los conocían y eso creó cierta expectativa, son muy reconocidos en sus países, e internacionalmente, por eso me pareció importante como parte de la gestión curatorial también proponer que haya conferencias, presentación de portafolios, talleres para que haya una circulación  de información con los estudiantes, otros artistas y curadores. Fueron varios meses de trabajo junto al centro cultural de España, y ahora con el cultural peruano norteamericano.

Lo público y lo privado, el espacio, el tiempo han cambiado muy rápido en los últimos años.

Si, es algo que vivimos cotidianamente, un mundo acelerado, todo pasa tan rápido, que no hay detención y los  limites se desvanecen, los límites de la ficción y la realidad también, hablábamos de como llegas a tu casa, a tu intimidad, enciendes el televisor y  lo público se introduce en tu hogar o conectas  la computadora entras al facebook y te enteras de la vida de los demás, entonces, es un deseo real o es una emergencia, esta necesidad que lo privado se inmiscuya en lo público o viceversa.
Es lo que encuentra  el público en la muestra, de pronto van a ver piezas y situaciones de objetos cotidianos puestos en otro punto de vista y sostenidos sobre una idea, sobre un discurso distinto, donde lo público y lo privado se diluyen definitivamente. Se ve  en la exposición procesos de artistas con obras que llevan una carga significativa muy importante, hablamos en la presentación que no se pueden ver las obras sueltas como fragmentarias porque  hay un contexto, hay una coyuntura, el artista pertenece a una época, tiene una historia, un lugar de procedencia, no estamos solos, el arte  tampoco está solo, se interconecta con otras disciplinas, es multidisciplinario, ya no se puede pensar el arte como especialidad. Esta muestra invita a romper los prejuicios, a reflexionar, a cuestionarse uno mismo cual es su postura frente a eso que está viendo.

El tema de la memoria está muy presente en las obras.

Hay hechos históricos que marcan, por ejemplo el muro de Jorge Méndez que el realiza en un momento puntual, cuando se produce el quiebre de la bolsa en Wall Street,  el  título original es: Marx , Engels and The Wall y no es inocente la elección de los materiales , el trabajo con los ladrillos  y la inserción de esta textualidad que es el manifiesto comunista que sostiene la estructura aparentemente solida a la vista, pero cuando uno la rodea se da  cuenta que es un estructura vacía y que es frágil a su vez, porque no está adherida a nada, lo ladrillos se sostienen por su propio peso, eso nos lleva a reflexionar. Por eso es importante  el contexto de producción de un artista, lo mismo sucede con las piezas de Camila Ramírez, su obra se llama Unión Popular, presenta seis herramientas que son de construcción, que requieren  una fuerza física, ligadas a un oficio y hablan del trabajo del proletariado y están sostenidas sobre mesas rojas, eso es un guiño interesante, pero además estas piezas están unidas y al estarlo el valor se diluye porque  se convierten en objetos imposibles, no se puede trabajar con ellos. Se vuelven inútiles, lúdicos, estéticos, bellos a la vista pero en su función original ya no están.

Mucha gente no va a ver arte contemporáneo porque dice que no entiende, que es muy conceptual.

El arte ha cambiado mucho, no hay que ser tan inocentes y hacer un juicio en la primera impresión es interesante cuando uno no sabe nada de arte  y humildemente se acerca a observar, a cuestionar eso que está viendo, porque nadie te  puede imponer una forma de ver las cosas, ni el curador ni el artista, la experiencia es única,  cada quien tendrá su propia experiencia hay quienes le gustara  hay otros que no le gustara, hay quienes entenderán una cosa distinta  a la de su vecino, pero si va a producir algo, pero además creo que es interesante  investigar antes de ir a una exposición que voy a ver, eso es más rico porque tienes una idea del artista que te presenta y también estas un poco mas sensible con lo que te vas a encontrar.

¿De donde viene esa pasión con la que trabajas?

Cada vez que veo la muestra y el montaje, me enamoro más de la piezas, creo que en conjunto  dialogan muy bien y estoy más que agradecida de contar con seis artistas tan talentosos y tan valiosos y además con un reconocimiento, su trabajo lo vale, son personas que investigan, que son auténticos. Con un compromiso que no es pose, están sólidos en su discurso, creen en lo que hacen y las piezas me parecen de una poética increíble, entre ellos no se conocían y verlos juntos ahora era como un sueño hecho realidad.

Hay un hilo conductor, la entrada y salida de las estructuras.

La muestra plantea el deseo como movimiento, como una pulsión que te permite salirte de esa estructura impuesta y volver a ella, pero ya con otra experiencia, es como  el mito de las cavernas, de pronto estas dentro de esa caverna, y te dicen que si sales te vas a morir, pero tú lo haces y sabes que no es así, puedes volver y regresas transformado, lo interesante de la muestra es lo mismo, hay una primera sala donde esta toda la estructura, la construcción y también el mito, la ideología, las instituciones  en crisis y luego pasa a otra donde está la incidencia sobre el otro, el deseo como pulsión y esto privado que se vuelve público.

Una pregunta final, ¿Quién es Luisa Fernanda?

No me gusta hablar de mí.






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