jueves, 9 de octubre de 2014

La Tarumba. El sueño se hizo de a pocos.

Una entrevista a los que hicieron LA TARUMBA a propósito de la temporada en Arequipa con GALA.

Estela Paredes Medina es cofundadora y Directora de Gestión y Desarrollo de La Tarumba. Realizó estudios de administración en EE.UU (Alverson Business College), para luego centrar su formación en las artes escénicas dentro y fuera del Perú, ampliando posteriormente sus conocimientos en educación, gestión cultural y gerencia. Fue parte del elenco artístico de La Tarumba por 20 años y tuvo a su cargo la Coordinación Pedagógica, para después concentrarse en la administración de la organización, proyectando una gestión con componentes empresariales y orientados a su sostenibilidad. En esta conversación nos cuenta un poco de la historia y de los sueños que hicieron esta exitosa empresa cultural.

Como sientes volver a Arequipa

Estoy muy emocionada de volver a mi tierra, ella me inspiro como fuente de mi infancia, de  mi juventud, yo hacía mis picnics en el rio Chili, mis escapadas también, como todo escolar no iba al colegio y venia aquí cuando el rio era más limpio y la ciudad estaba llena de campiña, yo he crecido en lo que ahora es Miraflores y en esa época eran puras chacras,  mi vecino estaba lejos, había que irse en triciclo o en burro.

30 años de trabajo, un aniversario importante. Para ti ¿Que es la Tarumba ahora.

Es un sueño  realizado, un sueño que se ha ido construyendo de a pocos, una característica nuestra, hacer las cosas con calma, sabiendo caer y volver a levantarse, confiando muchísimo en nuestra capacidad y confiando en el Perú como país, como contexto y como necesidad, el Perú ha sido nuestra principal motivación. La Tarumba nace en el 84, en  el momento más fuerte y más grave de despertar a una guerra interna y definitivamente eso nos tocó profundamente y nos enseñó a ver la vida también como una lucha.

Que recuerdas de tu primera época, de clown, de aquellos espectáculos como UPA LA ESPERANZA.

Cumplir treinta años como que  nos ha permitido caminar hacia atrás con el recuerdo y la memoria, dimensionar lo que realmente fue, definitivamente a pesar de lo duro que era la vida, los recuerdo con la mayor satisfacción, gratificación y alegría, en esos momentos de muerte, violencia, desesperanza, hacer un espectáculo como esos, hablar de la crudeza de la realidad desde la  perspectiva de la esperanza fue una manera también distinta de manifestar una postura. Decir: No vamos a mirar solo lo malo de este país, esta nuestra cultura, nuestra vida como peruanos también tiene cosas bellas y eso hay que rescatarlo, fortalecerlo  y pegarle hacia adelante, eso fueron esos espectáculos minimalistas, pequeños.

Hay un quiebre en su historia, dan un salto cualitativo y se convierten  en lo que hoy día son, una gran empresa cultural de marca. ¿Cuando sucede este quiebre?

Se da cuando descubrimos después de toda esta primera etapa, los 15 primeros años, que nos encontramos de pronto en un esquema de gobierno y una política autoritaria, dictatorial, vertical y en la que también nos vimos que nos despojaban de nuestros aliados que en esos momentos eran la cooperación internacional, eso lo sufrimos todas las organizaciones culturales, entonces nos vimos  con un mano adelante y la otra atrás y con un batallón de gente con el que nosotros trabajábamos en los barrios de Lima y no íbamos a decirles vamos a abandonarlos porque no tenemos dinero, luchamos con ellos y creamos la manera  de hacerlo, y creo que ese quiebre fue importante porque de pronto esa creatividad que nosotros teníamos en el escenario o sobre la escuela que íbamos construyendo, la pusimos también en la gestión, dijimos: Bueno vamos a ver cómo hacemos, si países del primer mundo ven nuestra propuesta artística educativa como algo potencial, porque íbamos  a Europa a hacer talleres, nos valoraban  y preciaban  en la dimensión que tenían,  entonces  hay que gestionar en nuestro país, decidimos empezar a crear empíricamente un modelo de gestión, pegamos la mirada a cómo eran las historias y las construcciones de  las empresas exitosas, empezamos con  la ferretería que había frente a nuestro local, donde venían todos, nos poníamos a hablar con el dueño y le preguntábamos como había hecho, como llevaba su contabilidad y realmente empezamos en la práctica concreta  de todos los días.
Nosotros no sabíamos que estábamos haciendo una construcción de marca, hasta años después  que tuvimos la oportunidad de ganar una beca para hacer un curso de gerencia en la universidad del Pacifico y allí nos enteramos que lo que estábamos haciendo era gerencia moderna de esas que se estaba aplicando en las empresas más grandes y teníamos una ventaja, nosotros habíamos crecido desde lo humano, desde mirar, valorar que el mayor capital que puede tener una organización o una empresa es el capital humano, como  artista y artistas del arte escénico eso lo teníamos inherente incorporado.

Es cierto que muchos aun no entienden ese valor, se piensa el desarrollo como construcción de infraestructuras, cemento y no en el desarrollo humano. Hablemos de la escuela.

A partir de esa gestión  pudimos desarrollar mucho más la escuela que está compuesta principalmente por programas sociales,  que son íntegramente gratuitos, pudimos adquirir la capacidad de subvencionarlos nosotros mismos, no teníamos forma de captar fondos de otros lados,  se convirtió en un programa social que hoy en día  lo financia la Tarumba en el 88% y  el resto lo adquirimos de la empresa privada, de sus áreas  de responsabilidad social.
La escuela en un momento se focalizo en los jóvenes, encontramos la posibilidad de desarrollar con ellos, que sean agentes de cambio, que puedan ser formados con las herramientas que podemos brindarles y después  ellos puedan adaptar a sus necesidades y volver a sus comunidades y aplicar con otro niños y con otros jóvenes
Nos concentramos en dos programas, uno de formación básica que se llama el CIRCO INVISIBLE donde captamos a jóvenes  que sobre todo denotan un perfil de liderazgo, que ya están trabajando en sus comunidades, son cursos mucho más cortos, orientados a lo que esos grupos de jóvenes necesitan. Este programa esta ampliado no solamente a gestores culturales sino a cualquier joven que quiera mejorar su calidad y su competencia para enfrentar el campo laboral y su capacidad de emprendimiento.
Y el otro programa está más enfocado al formación en el circo profesional y esto  ya dura más tiempo, tres años y medio, ambos programas son gratuitos y estamos creciendo, ya venimos atendiendo a 1,200 jóvenes, y lo más grato es que más del 90% de estos jóvenes están incorporados en el campo laboral o haciendo su gestión cultural o creando organizaciones con esa capacidad y ese empuje que han podido adquirir en esta formación y el sueño que tenemos ahora es que esto  se multiplique potencialmente geométricamente es nuestra ambición, es super que la carpa se llene, que el público venga, pero esto es lo que  posibilita que más jóvenes puedan acceder, por lo tanto el propósito constante de la Tarumba de contribuir a la construcción de un país mejor se esté dando.

La Tarumba cumple 30 años y lo celebra con una temporada que promete ser inolvidable. Bajo la dirección general de Fernando Zevallos, presenta su nueva creación: Gala, un espectáculo lleno de humor, poesía, magia y color que tiene como propósito hacer de la tradicional carpa roja y blanca, una auténtica fiesta a la que todos estamos invitados.
En Arequipa desde el lunes 13 hasta el 26 de Octubre.




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